Estamos en verano y seguro que a más de uno se le viene a la cabeza esa fachada del pueblo, la nave, o el chalet, a la que le hace falta una pequeña intervención para mejorar su imagen y aspecto.
Antes de iniciar ningún trabajo debemos de tener claro cómo acometerlo de una forma segura para garantizar un buen resultado en el tiempo y que la pintura de fachada permanezca bien y bonita por el mayor número posible de años.
Lo primero de todo es analizar el soporte y ver su estado. Puede tratarse de una fachada nueva y con el mortero en perfecto estado; también podemos tener una fachada antigua con las pinturas degradadas y los morteros en mal estado, puede estar de cal, o un largo etcétera. Dependiendo de cada caso tomaremos la decisión mas adecuada.

Antes de comenzar a hacer cualquier trabajo sobre esa fachada, encintaremos ventanas, puertas, y demás superficies que no queremos manchar con una buena cinta de pintor especial para exteriores, que no deje restos de pegamento cuando la vamos a quitar y que proteja bien estos lugares.
Si se trata de la pintura de una fachada moderna o nueva, es más sencillo. Lo primero que te vamos a aconsejar es aplicar un buen fijador de fachadas al agua, que para su correcta aplicación debemos diluir con agua en la siguiente proporción: por cada parte de fijador 4 ó 5 partes de agua, y aplicar una buena mano a toda la fachada, con lo que conseguimos mucha mejor adherencia para pintura para fachadas que vamos aplicar luego.
Una vez aplicado el fijador, aplicaremos dos buenas manos de una pintura de fachadas de primera calidad. Es decir, un buen revestimiento pétreo liso (las mejores pinturas para la decoración de fachadas).

En cuanto a los colores de fachadas que se pueden elegir, aquí es donde más me quiero centrar. Lo primero es deciros que si vais a un comercio tradicional de pinturas os dejéis aconsejar bien por el empleado o el dueño de dicha tienda, el cual deberá mostraros una carta de fachadas específica. No importa el fabricante, pues hay muchos, por ejemplo pinturas Jafep, pinturas Decolor, etcétera, y nunca decir que realiza el color en la máquina de colores o sistema tinto-métrico, pues los tintes que usan este tipo de maquinas son ideales para teñir pinturas de exterior, pero para las pinturas de fachadas dan problemas de estabilidad del color a los rayos ultravioletas del sol, con lo cual nuestra fachada en menos de una año comenzará a degradar su color, teniendo un aspecto muy desastrado. Es por eso que lo mejor son los colores hechos directamente de fábrica, donde los colorantes utilizados para fabricar la pintura son completamente diferentes; son colorantes inorgánicos en polvo, lo cual hace que la pintura de fachada una vez aplicada el color va a estar inalterable muchos años y su degradación va a ser suave y homogénea, con cual no se va a notar, ¿entendéis ahora el por qué de haber cartas de colores exclusivas de fachadas?

Por otro lado nos podemos encontrar una fachada antigua de pueblo, que ya ha estado pintada con anterioridad. La forma de proceder para el pintado de la misma es similar: primero e importante es lavar la fachada con agua a presión y un cepillo de púas de plástico, si fuere necesario, eliminando todos los restos de pinturas viejas que estén sueltos o se desprendan con facilidad.
A continuación aplicaremos un buen fijador al agua o al disolvente a toda la fachada, para mejorar adherencia del revestimiento petreo liso que vamos aplicar y así garantizar que agarra bien.

Reparamos todos los desperfectos del soporte con una buena masilla de exterior y, a continuación, dos o tres buenas manos de pintura son suficientes para que nuestra fachada luzca su mejor aspecto como nueva.
Otro asunto importante en la pintura de fachadas, que casi se me olvida mencionar, es cómo diluir la pintura para la fachada. La mayoría vienen listas al uso, pero en algunos casos está un poco espesa por el tiempo de almacenamiento, en este caso la podemos diluir con un poco de agua, pero nunca más de un 10%, pues de lo contrario se alteran las propiedades de la misma.
Recordaros que todos los revestimientos de fachadas actuales son impermeables, transpirables y estables a la luz solar si reúnen los requisitos anteriormente descritos.